Uno de los motivos de nuestro viaje a Mongolia, fue asistir al Festival Naadam que se celebra cada año en Ulan Bator. Cuadramos las fechas de tal forma, que el 11, 12 y 13 de Julio estábamos en la ciudad listos para acudir al evento.
Un día antes de que empezara el festival, vamos a comprar las entradas. Como cabía esperar, están agotadas. Nos hemos arriesgado demasiado. Por suerte, suele haber entradas de reventa en las inmediaciones de la Plaza Sukhbaatar. Después de regatear a varios vendedores, ya tenemos nuestras entradas en el bolsillo.
El Festival Naadam es el acontecimiento más importante del año para los mongoles. Es una competición deportiva que se remonta a la época del gran conquistador mongol Genghis Khan, en la que evaluaban la destreza de los soldados en la batalla.
A pesar de que en los últimos años está adquiriendo un auge turístico, esta tradición ancestral se sigue viviendo con el mismo fervor en nuestros días. Los competidores se preparan durante todo el año para demostrar sus habilidades y ser los mejores.
El festival que tiene lugar en la capital es sin duda el más famoso, pero en el resto del país también se celebran festivales más reducidos, donde el ambiente es más rural, cercano y auténtico.
La Ceremonia de Apertura da comienzo con el desfile de soldados sosteniendo las Nueve Cruces de Mongolia, correspondientes a las nueve tribus, un símbolo muy importante para el país. Tras ellos, desfilan todos los participantes de las diferentes competiciones y categorías. Todo sucede bajo la atenta mirada del Presidente de Mongolia, que contempla el evento desde su tribuna. Una vez finalizado el desfile, comienza el torneo.
Tipos de torneos en el Festival Naadam
- Lucha (Wresting). Es una combinación de lucha greco-romana y sumo, en la que no hay distinciones por peso, ni límite de tiempo. Son 512 luchadores, de los cuales sólo 1 será el ganador. Pierde el primero en tocar el suelo, exceptuando manos y pies. Antes de iniciar la ronda de combates, los luchadores honran a los jueces y al público con la Danza del Águila. Al finalizar la lucha, el ganador realiza de nuevo la misma danza, poniendo a todo el público en pie. Esta disciplina es la que más concurrida y emocionante.
- Carreras de caballos. Es la prueba que causa mayor respeto y admiración entre los mongoles. La carrera se celebra en campo abierto, a unos 40 km de Ulan Bator. Algo curioso sobre esta competición, es que el caballo ganador es el primero en llegar a la meta, con o sin jinete. Esto quiere decir que, si el jinete tiene la mala suerte de caer durante la carrera y el caballo llega sólo a la meta y es el primero, le proclaman ganador. Valoran más al caballo que al jinete. Además, los jinetes no superan los 10 años de edad. Sólo participan niños.
- Tiro con Arco. Los participantes visten trajes tradicionales y usan arcos construidos con una combinación de maderas, cortezas y huesos. Las flechas, hechas de ramas de sauce y plumas de buitre, se lanzan contra unos blancos de cuero redondos situados en el suelo, a una distancia de 75 metros para los hombres y 60 metros para las mujeres. Los jueces se sitúan junto a los blancos, y certifican cada diana dando un grito y levantando la mano. Es increíble con que destreza proyectan las flechas.
- Lanzamiento de la taba. Es una nueva modalidad incorporada al Naadam hace pocos años. Consiste en lanzar con los dedos un hueso, e intentar dar a dos tabas puestas en un tablero, a unos 10 metros de distancia.
Tras ver algunos combates, salimos al exterior del recinto para sumergirnos en el animado ambiente callejero. Hay puestos de todo tipo: comida, artilugios, teléfonos para realizar llamadas, básculas para pesarse… Aquí todo es sorprendente.
Por la noche, disfrutamos de los fuegos artificiales que cierran la primera jornada deportiva, mientras tomamos una cerveza cerca de la Plaza Sukhbaatar.
El último día se celebra la gran lucha, poniendo el broche final a este gran espectáculo. Las últimas rondas son las más relevantes y apasionantes. También son las más largas, porque solo quedan los mejores y vencer al contrario es más complicado. La dureza y fuerza con la que luchan estos hombres tan corpulentos, se equilibra con los suaves movimientos del vencedor cuando baila la Danza del Águila delante de las Nueve Cruces de Mongolia, mientras todo el estadio está de pie aplaudiendo y gritando.
Las largas jornadas en el Festival han sido agotadoras, pero ha merecido la pena. Este acontecimiento es único en el mundo, y para verlo hay que venir aquí, a Ulan Bator.
